Mariló Domínguez Hierro
[Fragmento del relato]
¿Pero cómo se puede hacer eso?
Estaba tan enfadada con el mundo, con Dios, con mi padre, por haber permitido que aquella noche Ana saliese de casa con el coche… No tenía mucha práctica aún, y no supo esquivar el golpe de aquel camión conducido por un hombre borracho y desesperado.
Tenía que aceptar todo lo que la vida me había puesto por delante, y aceptar la perdida de la persona más importante que tenía a mi lado. Tenía que aprender a vivir con ese dolor, pero que ese dolor no fuera el centro de mi vida. Tenía que vencer a los fantasmas que acudían a mis sueños impidiendo mi descanso. Tenía que luchar por mi madre, por mi padre, y encontrar mi sitio en esta nueva etapa.
Todo en teoría es muy fácil, sencillo. ¿Qué es un camino donde los tropiezos y las caídas no tienen cabida?, pero la práctica es bien distinta, no es factible, ni mucho menos sencillo, todo lo contrario, es duro, agotador, y llegamos a sentirlo como algo imposible de conseguir.