Sergio Sáldez
[Fragmento del relato]
Lo malo es que no es lo mismo que te coja con veinticinco años que con setenta. Ya sabéis que no me gusta hablar de política, porque me enrollo mucho y me caliento rápido, pero ahora ha surgido un nuevo término en la sociedad que igual lo habéis escuchado antes.
Es lo que llaman los nuevos pobres. La defición que da la tele es de un hombre de unos 40-50 años que trabajó en cualquier tipo de industria que ahora está en horas bajas. De obtener buenos ingresos trabajando por su cuenta, pasó a depender de un subsidio muy por debajo de lo que solía percibir, y a acudir a instituciones de beneficencia para poder al menos comer algo caliente una vez al día, no sólo él, sino el resto de su familia.
Si a esto le sumamos que, en muchos casos, ha sido autónomo la mayor parte de su vida, todo se complica mucho más.
Me cuesta mucho decir esto ante tanta gente… ¡Pero vaffanculo!, sois mis amigos y no tengo porque sentirme avergonzado: “Yo soy uno de esos cinco millones de nuevos pobres en España. Y creo que este es el origen de mi soledad”.