José Manuel Viera Gutiérrez
[Fragmento del prólogo]
Aunque es precisamente en contextos desfavorables, tal y como verán reflejado a lo largo de estos relatos, donde encontraremos historias que avalan una vez más que, paradójicamente, sólo cuando ponemos a prueba la esencia humana, es cuando ésta adquiere una nueva dimensión, estimulada quién sabe por qué tipo de fuerza invisible, para acabar forjando el hábitat más propicio para la gestación de lo mejor de nosotros mismos: el agradecimiento, el perdón, la compasión, la generosidad, el entusiasmo, el amor o la ilusión. Sentimientos o actitudes que, como diría el gran divulgador Mario Alonso Puig, son el único y más eficaz antídoto contra nuestro mayor enemigo: el miedo. El miedo que nos paraliza ante las amenazas, y que nos atenaza en nuestra evolución como personas.
Creo que todo lo expuesto es argumento más que suficiente para sentirme convencido de lo oportuno de esta publicación, a la vez que agradecido por haber tenido la suerte de ser invitado a formar parte de esta auténtica experiencia humana y literaria. Un proyecto construido sobre la base de visiones y retratos humanos independientes que, de una manera muy personal y cuidada, se convierten en una sola obra con un mismo sentido: dejar que la luz de la mirada de muchos se haga una sola y más poderosa, para alumbrarnos hacia el encuentro de la senda que nos lleve al encuentro del corazón adormecido de una sociedad que vive de espaldas a su propio valor como individuos, así como al poder imparable que supone pertenecer a un numeroso grupo de seres extraordinarios e independientes dueños de su libertad.